Clamidia
La clamidia es la infección de transmisión sexual (ITS) más común en los EE. UU. Una ITS también se denomina enfermedad de transmisión sexual (ETS). La mayoría de las personas no presentan síntomas. Debido a esto, la clamidia puede pasar desapercibida hasta que se transmite a otro o causa problemas graves. Si no se trata, esta infección puede hacer que sea difícil o imposible tener hijos.
Síntomas
Muchas personas con clamidia no tienen ningún síntoma. Las personas a las que se les asigna sexo femenino al nacer tienen más probabilidades de no tener síntomas.
Si tienen síntomas, pueden incluir los siguientes:
Si los síntomas aparecen en personas a las que se les asignó el sexo masculino al nacer, se incluyen los siguientes:
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Secreción transparente (goteo) del pene
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Dolor o ardor al orinar
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Dolor, secreción o sangrado rectal, especialmente en quienes tienen sexo anal
Generalmente, estos síntomas desaparecen después de algunas semanas, con tratamiento o sin este. Sin embargo, si no recibe tratamiento, la clamidia seguirá estando presente. Puede causar problemas crónicos.
Problemas potenciales
Si la infección no se trata, puede convertirse en un problema mucho más serio. En las personas a las que se les asignó el sexo femenino al nacer, puede dar lugar a la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La EIP puede hacer que sea difícil o incluso imposible tener un bebé. También puede provocar un embarazo ectópico (tubárico). Este tipo de embarazo no puede llegar a término. Los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica son fiebre, dolor durante las relaciones sexuales y dolor abdominal. En las personas a las que se les asignó el sexo masculino al nacer, una infección por clamidia no tratada puede dañar los testículos. Esto puede provocar dolor y formación de cicatrices. Esto posiblemente puede afectar la capacidad para tener hijos. La clamidia en la zona del recto puede provocar daños graves. Por ejemplo, infección y perforaciones (fístulas).
Prueba de detección
Los expertos recomiendan realizar pruebas de detección anuales para las personas a las que se les asignó el sexo femenino al nacer que son sexualmente activas y menores de 25 años. Las personas con mayor riesgo, como las que tienen muchas parejas, también deben someterse a pruebas de detección. Las pruebas de detección pueden ayudar a prevenir problemas como la EIP. Las personas embarazadas también deben someterse a exámenes de detección como parte de la atención prenatal.
Tratamiento
Si se detecta a tiempo, la clamidia se puede tratar. Se puede curar con antibióticos. Si tiene clamidia, avise a su pareja de inmediato. Debido a que las personas a menudo no presentan síntomas, aquellos a los que se les ha diagnosticado clamidia deben pedir a sus parejas que se realicen el examen. En algunos lugares, una persona con clamidia también puede recibir tratamiento para su pareja sexual.
Prevención
Conozca la historia clínica de su pareja. Protéjase usando un condón de látex durante el sexo. Si está embarazada, tenga mucho cuidado de recibir el tratamiento adecuado. Las personas embarazadas que tienen clamidia y no reciben tratamiento pueden transmitir la infección al bebé. Esto puede provocarle problemas en los ojos, los oídos y los pulmones al bebé. También existe el riesgo de que se produzca un parto prematuro.
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