Factores que aumentan las probabilidades de tener moretones

A casi todo el mundo le sale un moretón de vez en cuando. Pero algunas personas son más propensas a tenerlos que otras. Las probabilidades de que salgan moretones aumentan con el paso de los años. Esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más frágiles con el paso de la edad. También es más probable que aparezcan moretones en personas que tienen un trastorno de la coagulación, como la hemofilia, o que toman medicamentos para reducir la coagulación, como la aspirina, antinflamatorios no esteroideos (AINE) y anticoagulantes. También hay más riesgo de tener moretones si tiene enfermedad hepática o bebe alcohol todos los días.

Cuándo acudir a la sala de emergencias

Los moretones casi siempre sanan por su cuenta sin necesidad de tratamientos especiales. Pero para ciertas personas, un moretón grave puede representar un problema serio. Busque atención médica en los siguientes casos:

• Tiene un trastorno de la coagulación, como la hemofilia

• Tiene cirrosis u otra enfermedad hepática grave

• Toma medicamentos anticoagulantes, como heparina o warfarina

• Tiene moretones graves o recurrentes, incluso si no se golpea ni se lastima. Puede ser una señal de un problema de coagulación no diagnosticado.

Qué puede esperar en la sala de emergencias

Un proveedor de atención médica examinará el moretón y le hará preguntas acerca de cualquier afección que tenga. En algunos casos se podría hacer una prueba para determinar si la sangre se le coagula normalmente. Puede que necesite otros tratamientos según sus necesidades.

Atención de seguimiento

A veces un moretón empeora en vez de mejorar. Puede aumentar de tamaño e hincharse más. Esto puede suceder cuando el cuerpo retiene una pequeña acumulación de sangre debajo de la piel (hematoma). En algunos casos poco frecuentes, podría ser necesario que el proveedor de atención médica drene el exceso de sangre de la zona.

Sugerencia

Aplique una bolsa de hielo o de verduras congeladas sobre el moretón durante 15 a 20 minutos varias veces al día. Ponga un paño delgado entre el hielo o el paquete congelado y la piel. El frío puede ayudar a reducir el enrojecimiento y la hinchazón.