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Transfusión de sangre (niños): Descripción general

Puede ocurrir una pérdida de sangre si su hijo tiene una lesión, una cirugía o una enfermedad que afecta la cantidad de células sanguíneas que tiene. La sangre está compuesta por varias partes diferentes (componentes de la sangre). Su hijo puede recibir algunos o la totalidad de estos componentes de la sangre mediante una transfusión a través de una vía IV (intravenosa). La sangre para transfusión es sangre donada de otra persona (donante). Se toman medidas estrictas para asegurarse de que la sangre donada sea segura antes de que se le administre a su hijo. El proveedor de atención médica de su hijo le hablará acerca de la afección de su hijo y responderá sus preguntas.

Las partes de la sangre

La sangre puede separarse en diferentes partes que desempeñan funciones especiales en el cuerpo. Estas partes incluyen:

  • Glóbulos rojos (GR), que transportan oxígeno por todo el cuerpo.

  • Plaquetas, que ayudan a detener el sangrado.

  • Plasma (parte líquida de la sangre), que transporta los glóbulos rojos y las plaquetas (y los glóbulos blancos) por todo el cuerpo. El plasma también contiene proteínas, como factores de coagulación, que ayudan a detener el sangrado. 

    Frasco de sangre separado en partes, con un primer plano del plasma, las plaquetas y los glóbulos rojos.
    La sangre puede separarse en tres componentes: el plasma, las plaquetas y los glóbulos rojos.

¿Son seguras las transfusiones de sangre?

Donantes proporcionan la sangre utilizada para las transfusiones. Para asegurarse de que la sangre sea segura:

  • Se evalúan cuidadosamente la salud y los antecedentes médicos de cada donante. Si una persona se considera de alto riesgo de infección o problemas, no es aceptada como donante de sangre.

  • Toda la sangre donada se analiza para detectar infecciones como hepatitis, sífilis, virus del Nilo Occidental, virus linfotrópico de células T humanas, bacterias y VIH (el virus que causa el sida). Si se determina que la sangre analizada no es segura, no se utiliza para transfusión ni se administra a otra persona. 

  • La sangre se clasifica en cuatro tipos generales: A, B, AB y O. La sangre también tiene tipos de Rh: positivo (+) y negativo (-). Su hijo solo debe recibir hemoderivados compatibles con su tipo de sangre. Se analiza una muestra de sangre de su hijo para determinar su compatibilidad con la sangre donada. Esto se hace antes de preparar los hemoderivados para una transfusión.

¿Qué es la donación dirigida?

Es posible que un niño necesite una transfusión de sangre durante una cirugía planificada. Los familiares y amigos pueden hacerse análisis de sangre para determinar la compatibilidad y donar sangre (lo que se llama donación dirigida) para el niño antes de la cirugía. Esto debe hacerse al menos 7 días antes. Esto se debe a que la sangre debe analizarse para determinar la seguridad, al igual que la sangre de los donantes voluntarios. No se ha demostrado que la sangre de donantes dirigidos sea más segura que la sangre de donantes voluntarios. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo sobre la donación dirigida.

¿Cómo se realiza una transfusión de sangre?

La transfusión de sangre se realiza en un centro de sangre, un centro de infusión, una sala de hospital o un quirófano. El proveedor de atención médica de su hijo hablará acerca de la transfusión de sangre con usted antes de que se realice. Tendrá que dar su permiso para la transfusión de sangre firmando un formulario de consentimiento:

  • Se realizan varias verificaciones de seguridad antes de iniciar la transfusión. El proveedor de atención médica de su hijo confirma la identidad de su hijo. También confirma que tienen los hemoderivados correctos para su hijo.

  • Si su hijo aún no tiene una vía intravenosa (IV), se le coloca una vía intravenosa en una vena. Esto puede causarle a su hijo una molestia breve. Es posible que su hijo reciba medicamentos antes de la transfusión para prevenir reacciones a la transfusión. 

  • El hemoderivado viene en una bolsa de plástico que se cuelga en un poste IV. El hemoderivado fluye desde la bolsa e ingresa en la vía IV de su hijo. La vía IV puede estar conectada a una bomba, que controla la velocidad de transfusión. Su hijo puede recibir más de un tipo de hemoderivado a través de la vía IV.

  • Se controlan los signos vitales de su hijo (presión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y temperatura) durante toda la transfusión. Esto es para asegurarse de que su hijo no esté teniendo una reacción al hemoderivado.

  • La duración de la transfusión depende del tipo de hemoderivado, de la cantidad que hay en la bolsa y de la manera en que su hijo tolere la transfusión.

  • La vía IV puede retirarse una vez que se haya completado la transfusión.

Posibles riesgos y complicaciones de una transfusión de sangre

La mayoría de las transfusiones no presentan problemas. Pero pueden ocurrir reacciones. La mayoría de las reacciones son leves. En casos raros, se producen reacciones graves y potencialmente mortales. Pueden ocurrir en el lapso de segundos o minutos después de iniciar la transfusión. O incluso una semana a algunos meses después de la transfusión. Las reacciones más frecuentes como consecuencia de las transfusiones de sangre son una reacción alérgica leve y fiebre. Llame al proveedor de atención médica de inmediato o busque atención médica de inmediato si su hijo presenta alguno de los siguientes signos y síntomas durante o después de una transfusión. En algunos casos, se le puede aconsejar que vaya a la sala de emergencias más cercana.

Reacción

Momento

Signos y síntomas

Reacción anafiláctica (reacción alérgica grave).

 

  • En cuestión de segundos o minutos durante la transfusión.

  • Hasta 24 horas después de la transfusión.

Llame al 911 si su hijo presenta lo siguiente:

  • Falta de aire y dificultad para respirar.

  • Sibilancia.

  • Enrojecimiento de la cara (rubefacción).

  • Urticaria.

  • Presión arterial baja.

  • Pulso acelerado.

  • Opresión en el pecho.

  • Hinchazón de los labios, la lengua o la garganta.

Infección bacteriana (septicemia).

Puede ocurrir 30 minutos o más después de la transfusión.

Fiebre, escalofríos con temblores, latidos cardíacos rápidos y presión arterial baja o alta.

Reacción alérgica (leve).

 

  • En cuestión de segundos o minutos durante la transfusión.

  • Hasta 24 horas después de la transfusión.

Urticaria o ronchas rojas en la piel, picazón leve, erupción, hinchazón localizada, rubefacción (enrojecimiento del rostro), sibilancia, falta de aire o ruido o sonido agudo (estridor).

Reacción febril no hemolítica.

 

  • En cuestión de minutos a horas durante la transfusión.

  • Desde unas horas hasta 24 horas después de la transfusión.

Fiebre, escalofríos, rubefacción, malestar estomacal (náuseas), dolor de cabeza, molestias menores o falta de aire leve.

Reacción hemolítica inmunitaria aguda.

 

  • En cuestión de minutos durante la transfusión.

  • Hasta 24 horas después de la transfusión.

Fiebre, orina roja o marrón, dolor de espalda, frecuencia cardíaca rápida (taquicardia), dolor abdominal, presión arterial baja, sensación de ansiedad, escalofríos, dolor de pecho, náuseas o episodios de desmayo.

Lesión pulmonar aguda secundaria a transfusión.

 

  • En el plazo de 1 a 2 horas durante la transfusión.

  • Hasta 6 horas después de la transfusión.

Falta de aire, dificultad para respirar, presión arterial baja, fiebre, edema pulmonar.

Sobrecarga circulatoria asociada a la transfusión.

 

  • Cerca del final de la transfusión.

  • Dentro de las 6 horas posteriores a la transfusión.

Falta de aire, frecuencia cardíaca rápida (taquicardia), problemas para respirar al estar recostado sobre la espalda, presión arterial anormal.

Púrpura postransfusional.

 

  • En el plazo de 1 semana.

  • Hasta 48 días después de la transfusión.

Manchas moradas en la piel; hemorragia nasal; sangrado de las vías urinarias, abdomen, colon o recto; fiebre; o escalofríos.

Lesión pulmonar aguda secundaria a transfusión “retrasada”.

 

  • Dentro de las 72 horas (3 días) posteriores a la transfusión.

Aparición repentina de fatiga respiratoria o dificultad para respirar.

Reacción hemolítica “retrasada”.

 

  • En el plazo de 3 a 7 días.

  • Hasta unas semanas después de la transfusión.

Fiebre baja, leve coloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia), disminución del hematocrito, escalofríos, dolor torácico, dolor de espalda, náuseas.

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