Cómo se pronuncia

a-can-TO-sis NIi-gri-cans

¿Cuáles son las causas de la acantosis nigricans?

No siempre se sabe con certeza cuáles son las causas de esta afección de la piel. En parte puede ser genética o estar relacionada con la resistencia a la insulina o la diabetes. Hay muchos casos en personas que tienen diabetes tipo 2 o que son obesas y que tienen alto riesgo de contraer diabetes tipo 2.

En casos poco frecuentes, puede estar relacionada con algunos tipos de cáncer, como un melanoma, el cáncer de hígado, de colon y de estómago. También puede deberse a ciertos medicamentos. Entre ellos, se incluyen las pastillas anticonceptivas, la niacina y los corticoesteroides fuertes, como la prednisona. La afección también puede estar relacionada a trastornos hormonales.

Síntomas de la acantosis nigricans

Esta afección de la piel puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo, pero suele encontrarse con más frecuencia en el cuello, las axilas, la ingle, los codos y la parte posterior de las rodillas. En un principio, también es posible que la piel se vea sucia y seca. Luego, se vuelve más gruesa y se oscurece. Estas manchas tienen una textura aterciopelada. El color puede ir de marrón a negro. Las zonas más gruesas pueden humedecerse y tener olor.

Tratamiento de la acantosis nigricans

Esta afección de la piel puede tratarse. Opciones de tratamiento:

• Manejar el problema de salud subyacente. Algunos casos de esta afección de la piel desaparecerán si usted se ocupa del problema de salud que pueda estar provocándola. Por ejemplo, si tiene obesidad, la piel puede mejorar si baja algo de peso. Las personas con diabetes pueden tener una piel más clara si mantienen su nivel de azúcar en la sangre bajo control.

• Usar medicamentos para la piel (tópicos). Ciertas cremas, lociones o geles pueden ayudar a aclarar o secar la piel.

En algunos casos, es posible que le hagan terapia con láser para adelgazar o aclarar la piel.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame al proveedor de atención médica de inmediato si tiene alguno de estos síntomas:

• Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según le hayan indicado

• Dolor que empeora

• Síntomas que no mejoran o que empeoran

• Síntomas nuevos